17/1/11

Soledad


Llegó el día de la soledad
Y pese al temor era inevitable sumergirse en ella.

Tomó la mochila y con un beso puso fin y principio.

Fueron largas horas de camino sin decir nada.
Fueron tropiezos, aciertos, lágrimas y sonrisas.
Fue adiós y bienvenida.


Y sin pensarlo estaba en la cima de la montaña
disfrutando como nunca del color naranja
del canto del mar
de la brisa besando su rostro
de su compañera soledad.