Caminábamos a 3550msnm, en uno de esos días en que amanece tan temprano y con una sensación de helada total…
Había que iniciar el trabajo y para llegar al lugar teníamos que caminar unos 10min que, sin lugar a duda, eran eternos, por el simple hecho de estar rodeados de montañas completamente verdes, del sonido matutino del río rozando las piedras, del aire helado que respirabas y, por supuesto, de ese cielo con mil formas.
Cuando tomé esta fotografía pensé en un cerdito con una forma muy curiosa, pero al verla con mayor detenimiento me di cuenta que lo que más resaltaba era el perfil (del lado izquierdo) de una mujer con una gran cabellera y al parecer hasta con dos trenzas...